El mundo de la traducción avanza a un ritmo vertiginoso, ya que cada vez se perfeccionan más los métodos de traducción automática o machine translation (MT).
Poco a poco, con estas nuevas tecnologías automatizadas, disminuye la necesidad de la intervención humana en los procesos de traducción.
El fenómeno de la traducción automática apareció por primera vez en los inicios de la década de los 50, provocando un antes y un después en lo que a traducción se refiere y revolucionando por completo el sector. Esta herramienta permite traducir textos de forma automática y sin ayuda de ningún traductor humano.
Desde que comenzara a utilizarse esta tecnología, se ha abierto un debate interminable: ¿llegará la traducción automática a sustituir por completo a la traducción humana?
En este artículo abordaremos esta cuestión para que puedas resolver todas tus dudas al respecto.
Además, te contaremos cuáles son las principales características de cada una de ellas para que puedas decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades.
Aunque pueda sorprender, la traducción se remonta a épocas muy lejanas. La primera evidencia de traducción humana reconocida se encuentra en la piedra Rosetta: un decreto egipcio escrito sobre una piedra de 800 kg y de más de un metro de alto, que se encuentra redactado en tres idiomas diferentes: jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego.
Desde ese momento, comienza la disciplina de la traducción en cuanto a estudio y práctica. La traducción ha sido una actividad vital para la civilización humana, que nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra historia y sigue siendo una pieza clave en la sociedad actual.
Fue con la aparición de la imprenta en el siglo XV, cuando la actividad de la traducción humana experimentó un gran auge. Esta herramienta multiplicó de manera exponencial el uso del lenguaje escrito para traducir textos a otros idiomas y mejorar la comunicación entre diferentes culturas y sociedades que hablaban distintas lenguas.
La figura del traductor adquirió una relevancia especial a partir de la revolución industrial, con la expansión de las relaciones comerciales y diplomáticas internacionales, y ha seguido siendo clave para compartir, hasta hoy, los avances científicos y tecnológicos a escala global.
La traducción humana ha evolucionado mucho a lo largo de la historia, se han perfeccionado las técnicas y la metodología se ha transformado en un proceso mucho más exhaustivo y eficaz.
Sin embargo, el éxito de la traducción humana no se encuentra en estas técnicas, sino en el criterio y sensibilidad de la persona que las usa.
Por lo general, los traductores suelen seguir una serie de pautas no estrictamente obligatorias, pero sí muy recomendables para que el proceso de traducción sea exitoso. A continuación, encontrarás fases generales del proceso de traducción de un documento estándar.
El principal problema de la traducción humana es el tiempo que un traductor necesita para completar un proyecto. Aunque los entornos de trabajo han evolucionado y agilizan el proceso humano de traducción, éste sigue resultando más lento de lo que requiere el ritmo del mercado actual y su inmediatez.
Los traductores trabajan con ordenadores que agilizan el proceso con herramientas diferentes, como pueden ser los procesadores de textos, que alertan de pequeños fallos de gramática u ortografía. Además, las investigaciones terminológicas se realizan mucho más rápidamente gracias a las plataformas de internet.
Lamentablemente, esto no resulta suficiente. Para que la traducción humana sea perfecta se necesita mucho tiempo y revisión, por lo que su precio es mucho más elevado y los plazos de tiempo son mayores.
Sin embargo, hay ciertas tareas para las que la traducción humana sigue siendo la mejor opción. Cuando se trata de traducir o transcrear contenidos de marketing, por ejemplo, la sensibilidad y creatividad humanas todavía son difíciles de sustituir a pesar de los avances tecnológicos.
Si la traducción humana ha avanzado en las últimas décadas, la traducción automática ha conseguido un alcance inimaginable, con una gran repercusión en la profesión.
Las primeras traducciones automáticas estaban basadas en reglas (RBMT, por sus siglas en inglés) y utilizaban la información lingüística de los diccionarios y fuentes gramaticales tanto de idioma fuente como de destino.
Posteriormente se reemplazó por la traducción automática estadística (SMT, por sus siglas en inglés) y analizaba los corpus bilingües existentes.
Las últimas tendencias en traducción automática están ahora lideradas por la traducción automática neuronal (NMT, por sus siglas en inglés) que utiliza redes neuronales artificiales, y que empresas como Google y Microsoft ya están implementando.
El proceso que suelen seguir las herramientas de traducción automática, por lo general se centra en tres fases:
Aunque la traducción automática ha avanzado vertiginosamente, sigue siendo un software informático y todavía no es equiparable al 100% a la mente humana.
Una de las principales carencias en el análisis previo del texto de origen suele ser el reconocimiento de matices según el contexto. Esto sigue siendo algo complicado para los programas de traducción automática, incluso ayudándose de memorias de traducción almacenadas de traducciones previas.
El contexto y las acepciones culturales de la lengua origen y la lengua término son todavía difíciles de identificar para las herramientas automatizadas.
Aunque en los últimos años se han perfeccionado y lo seguirán haciendo cada día más deprisa, lo cierto es que por el momento, la traducción automática no puede sustituir del todo a la traducción humana. Deben de trabajar juntas por una misma causa: la de conseguir traducciones cada vez más precisas con un proceso más eficiente. Por ello, muchas empresas optan por usar la traducción automática y realizar un proceso de posedición.
El proceso de posedición de las traducciones automáticas comprende la traducción de un corpus por una herramienta de traducción automática y una revisión posterior realizada por un traductor humano. De esta forma, se consigue identificar los errores que la herramienta automática no ha resuelto adecuadamente, pero sin la lentitud que supone la traducción de un texto realizado únicamente por un traductor humano.
Existen numerosos motores de traducción automática, tanto públicos como privados. Algunos de los más utilizados actualmente ya sea con versiones libres o con versiones avanzada de pago son:
Todos estos motores ayudan a traducir de forma más eficaz y rápida los textos. Aunque estas herramientas de traducción automática se están perfeccionando, siguen cometiendo algunos errores como; errores gramaticales, de contexto, o de incoherencia terminológica. Estos varían mucho según la combinación lingüística o el área de conocimiento.
Prescindir de la traducción humana depende más bien de la naturaleza y el propósito del texto, pero este es un tema complejo del que aún queda mucho por desengranar.
Esperamos que este artículo te haya servido para despejar algunas dudas y que te ayude a elegir el servicio de traducción que más se adapte a tus necesidades. Puedes encontrar más contenido relacionado en nuestro blog o puedes contactar con nosotros para más información.